Bilbao, con más de 7 siglos de historia (fundada como Villa en 1300, y refundada en 1310), atesora lugares que debemos visitar si nuestra intención es conocer su presente y su pasado. La característica más esencial de Bilbao es su capacidad para afrontar adversidades y reinventarse como ciudad. Lo ha hecho en las tres últimas décadas: tras quitarse de encima “el óxido de la ciudad industrial”, se ha revestido con una “piel de titanio” que incita a personas de todo el mundo a visitarla. Pero esta transformación no es la única: en la segunda mitad del siglo XIX, Bilbao se industrializó y creció exponencialmente, convirtiéndose en un centro industrial y financiero, que cambió la fisionomía de la antigua ciudad, más comercial y mercantil. Cada lugar que visitamos en Bilbao, tiene algo que contarnos de alguna de esas tres ciudades… o de las tres a la vez. Lo debemos tener en cuenta para comprender mejor cada lugar que visitemos en Bilbao. A continuación, algunas sugerencias sobre qué lugares visitar en Bilbao y qué hacer en nuestra ciudad. También ofrecemos sugerencias sobre qué ver y hacer en Bilbao con niños, y si se quiere visitar los alrededores de la villa.
Qué ver en Bilbao en un día
El Casco Viejo
Es el único lugar imprescindible en Bilbao. Su pequeño tamaño permite ver diversos lugares, sin realizar grandes desplazamientos. Aquí nació nuestra Villa, y aquí está su pasado medieval. Si bien no son muchos los restos que podamos observar de aquella época, conserva el trazado original de “las 7 calles” (otro nombre que se da al casco histórico) y cada rincón del mismo nos permitirá conocer aspectos curiosos del antiguo Bilbao, especialmente si lo recorremos en una visita guiada.
Edificios civiles en el Casco Viejo
Se conservan numerosos edificios y bellos palacios de la Edad Moderna, destacando por ser el más antiguo el Palacio Arana (1590), de uso residencial. Más interesante para quienes visitan Bilbao será el Mercado de La Ribera (que entró en el libro Guinness de los Récords como mercado de abastos más grande y variado de Europa). Tras una reciente reforma integral, se han creado espacios que convierten el edificio en más atractivo para los turistas: la zona de “gastrobares”, y una cafetería restaurante en la planta baja. En el Arenal se encuentra el Teatro Arriaga (1890). Este edificio nos indica la importancia que la burguesía bilbaína daba a la cultura, y también el estatus que querían dar a su ciudad (no cualquier ciudad tenía un teatro de ópera). Pero lo más entrañable de este lugar es el músico que le da el nombre: Juan Crisóstomo de Arriaga, un pequeño genio que con 11 años ya componía y representaba obras, pero cuyo futuro se truncó a los 19 años: muriendo por tuberculosis, en París. También son destacables la antigua sede de la Sociedad El Sitio (hoy Biblioteca de Bidebarrieta) y el Palacio Yohn ó “La Bolsa” (un centro municipal y cultural). Estos dos edificios municipales pueden ser visitados libremente durante su horario de apertura, y en el segundo se pueden ver restos de la antigua muralla de Bilbao.
Puentes del Casco Viejo
Hasta el siglo XVIII, Bilbao contó con el único puente existente en toda la ría, gracias a los privilegios que se le otorgaron en época medieval. Se conocía como “la puente”, y además de permitir el acceso, facilitaba el control de personas, mercancías, y el cobro de peajes. Se trata del Puente de San Antón, que originalmente daba acceso a la “Plaza Vieja”. Reconstruido varias veces, en el mismo lugar, tuvo su momento más triste tras la construcción de un nuevo puente (en el emplazamiento actual). Durante 5 años convivieron ambos puentes, pero después decidieron demoler para siempre aquel puente “medieval”, el que aparece en el escudo de nuestra Villa. La historia de los puentes de Bilbao da para mucho, aquí nos limitaremos a una breve mención del resto: el puente de La Ribera o de San Francisco (con numerosos antecedentes, fue el segundo puente de la Villa y dio servicio al convento que le dio su nombre), el puente de La Merced (que dio servicio a otro convento), el puente del Arenal (permitió la conexión más directa del viejo Bilbao con su Ensanche en tierras de Abando), todos ellos han tenido diversas vicisitudes, destrucciones y reconstrucciones. Una última línea para recordar que hubo en Bilbao dos puentes colgantes, de los primeros en construirse en España (el primero se construyó en Barakaldo, poco antes).
Plazas del Casco Viejo
No hay ciudad sin lugares donde sus habitantes puedan encontrarse. La más antigua de las plazas, la que fue única plaza de Bilbao, ya no existe. Hablamos de la Plaza Vieja, Plaza Mayor o Plaza del Mercado, cuyo espacio fue ocupado en el siglo XX por la inmensa mole del Mercado de La Ribera. Aunque esa fue la única plaza, cabe mencionar la plazuela de Santiago, con orígenes igualmente antiguos, y que desde un segundo plano también tuvo importancia comercial y social. Actualmente la más destacada es la Plaza Nueva (¿adivinas por qué ese nombre?), de mediados del siglo XIX. Fue el nuevo lugar para el esparcimiento y el paseo, y sigue siendo un lugar de reunión y buen ambiente. La Plaza Unamuno surgió en el siglo XX, tras derribarse el Instituto Vizcaíno, institución educativa de gran relevancia en el Bilbao de la época. Y por último, la plazuela de San Nicolás (donde se encuentra la sede social del BBVA). Desde estas dos plazas hay acceso al metro.
Museos del Casco Viejo
Tres de ellos están situados en la Plaza Unamuno o cerca de ella: El Museo Vasco, el Museo Arqueológico, y el Museo de Pasos de Semana Santa. Sus nombres indican claramente qué puede verse en ellos, y los dos primeros, en especial, permiten conocer mejor la cultura local. En las afueras del Casco Viejo, el Museo de Arte Sacro, con piezas provenientes de diversas iglesias de Bizkaia.
Bilbao La Vieja y San Francisco
Tras conocer el Casco Viejo, una opción cada vez más en boga, sobretodo entre la gente joven, es visitar los barrios de Bilbao La Vieja y San Francisco, aunque muchas personas no se adentran en el barrio más allá de los bares y restaurantes más cercanos a la ría, o las tiendas y talleres de artistas (situados sobretodo en la calle Dos de Mayo), espacios que contribuyen a dar un renovado ambiente al barrio más multicultural de nuestra Villa, antaño muy degradado. Es una zona con actividad previa a la fundación de Bilbao como Villa, extrayendo hierro del subsuelo. Ese mineral fue uno de los pilares sobre los que se apoyó Bilbao, ya mucho antes de la industrialización. En el muelle de Marzana, siete placas citan menciones a Bilbao en diferentes siglos: una cita de Shakespeare habla del, ya entonces, internacionalmente conocido hierro de Bilbao. Muy cerca, hay una puerta, que pasa totalmente desapercibida, y que da acceso a una de las minas de hierro. Más arriba, en la Plaza Saralegi, podemos ver un horno de calcinación, junto a una antigua vagoneta, y restos del mineral de hierro que se podría extraer allí mismo. Otro lugar con relevancia histórica es el yacimiento del antiguo convento de San Francisco. Existen visitas guiadas para conocerlo, organizadas por las profesionales del cercano Museo de Reproducciones Artísticas (ubicado en lo que fue una iglesia neogótica), otro lugar a tener en cuenta.
El Ensanche de Bilbao
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la industrialización motiva la llegada masiva de gente en busca de trabajo. Bilbao se queda pequeño y progresivamente se hace con terrenos pertenecientes a otros municipios, que ahora son barrios de Bilbao. Abando fue la principal “conquista” de Bilbao más allá de su casco histórico, allí se creó su Ensanche, sobre un extenso terreno de caseríos y huertas. Apenas quedan elementos que recuerden el pasado de la anteiglesia de Abando: la iglesia de San Vicente (del siglo XVI sustituyendo a una ermita del XII), junto a los Jardines de Albia (ideales para un pequeño descanso), son lo más destacado. En este entorno estuvo situada la Casa Consistorial de Abando, hoy inexistente. En el Ensanche encontramos mayores distancias entre los diversos puntos de interés, y ver todos ellos solo es posible disponiendo de mucho tiempo. En cualquier caso, pasear por esta zona es una oportunidad para observar la variada arquitectura con la que la burguesía local mostraba su poderío económico.
Plazas del Ensanche
La Gran Vía y sus tres plazas nos servirán para ubicarnos fácilmente en este gran espacio. La Plaza Circular es la primera si venimos desde el Casco Viejo. Fue y sigue siendo el “centro neurálgico” del Ensanche bilbaino. La siguiente es la Plaza Moyua, y al final de la Gran Vía se encuentra la Plaza del Sagrado Corazón.
Edificios en el Ensanche
Planteamos un recorrido que pasa por las 3 plazas mencionadas, con posterior regreso junto a la ría: En el entorno de la Plaza Circular se encuentran dos estaciones de tren: La Concordia (con bella fachada modernista), y la Estación de Abando (con una gran vidriera con escenas típicas de Bizkaia). Entre ambas estaciones se encuentra la Bolsa de Bilbao (la segunda creada en España, tras la de Madrid), cuya existencia recuerda la enorme pujanza empresarial del Bilbao del siglo XX. Caminando hacia Plaza Moyúa, a medio camino encontramos el bello Palacio de la Diputación Foral de Bizkaia, y tras él la Biblioteca Foral (con fachada acristalada y mensajes en decenas de idiomas distintos). Ya en la Plaza Moyua, encontraremos un llamativo edificio en estilo neoflamenco: el Palacio Chávarri (actual subdelegación del Gobierno de España), levantado por una de las familias más ricas de la época. Cerca de esta plaza podemos ir a ver la Casa Montero (modernista) o la antigua Alhóndiga municipal (hoy llamada Azkuna Zentroa) reconvertida en centro para el ocio, la cultura y el deporte, con fachada exterior original (de Ricardo Bastida) y llamativo diseño interior (de Philippe Starck), que merece la pena visitar, aunque carece de guiños al histórico uso de la Alhóndiga como almacén de vinos y aceites. Regresando a la Gran Vía, y camino hacia la Plaza del Sagrado Corazón, destacan el Edificio Sota (creado para ofrecer viviendas de alquiler a familias acomodadas), y más adelante la Casa Lezama-Leguizamón (cuyo nombre evoca a uno de los más poderosos linajes medievales locales). Cercanos al Sagrado Corazón, se encuentran (hacia arriba) la Casa de Misericordia, el estadio de fútbol San Mamés, y el Hospital de Basurto. Ahora, desde la Plaza del Sagrado Corazón bajaremos hacia la ría y retornaremos por su ribera. Un poco “escondido” podremos encontrar el Museo Marítimo. Más visible se encuentra el Palacio Euskalduna (edificio multifuncional, con amplia oferta cultural y de altísima calidad, premiado internacionalmente) cuyo nombre viene de un antiguo astillero. Más adelante, junto a la Torre Iberdrola, encontraremos el Paraninfo de la Universidad Pública Vasca, y la Biblioteca de la Universidad de Deusto (dicha Universidad la podemos ver al otro lado de la ría). También muy cerca, el museo Guggenheim Bilbao, después las torres de Isozaki Atea (y su anchísima escalinata), y más adelante el edificio de la antigua Aduana (recientemente restaurado).
Museos del Ensanche
El lugar más visitado fuera del Casco Viejo es el museo Guggenheim Bilbao, del que ya habremos oído hablar lo suficiente. Nos limitamos a recomendar verlo al menos desde el exterior, ya que entrar al museo dependerá del interés que cada cual tenga en el arte moderno, y las exposiciones presentes. Antes del Guggenheim, el museo más visitado era el museo de Bellas Artes, situado en el Parque de Doña Casilda (un parque muy propicio para el paseo y el descanso). Tiene una interesante colección de arte que va desde lo antiguo a lo contemporáneo, así como arte vasco, y una sala de exposiciones temporales con una atractiva programación (que merece la pena consultar). El Museo Marítimo (actualmente ItsasMuseum) está “escondido” bajo el Puente Euskalduna. Nos descubre el pasado marítimo de Bilbao y su ría. Bilbao no hubiera existido sin la ría, y quien quiera conocer la historia de Bilbao, no puede pasar por alto su faceta marítima. Además, hasta junio de 2020, el museo tiene una exposición temporal dedicada a Juan Sebastián Elkano y la primera circunnavegación de la Tierra.
Puentes “del Ensanche”
Cada uno de los puentes puede contarnos un pedazo de la historia de Bilbao. Hay que tener en cuenta que la ría era el acceso al Puerto de Bilbao, situado inicialmente donde el actual mercado de La Ribera, más tarde en el Arenal, y después a lo largo de toda la ría. Veamos algunas pinceladas al respecto, desde el Arenal en dirección a la costa: Puente del Ayuntamiento (1934), de tipo levadizo, actualmente fijo, nos recuerda la época en que grandes barcos aún llegaban hasta el Arenal. Tuvo un precursor, popularmente llamado el “Puente del Perro Chico”, inaugurado el mismo año que el ayuntamiento (1892). Había que pagar 5 céntimos (una “perra chica”) para cruzarlo, y de ahí le vino el nombre. La Pasarela ZubiZuri (en euskera, “puente blanco”) de 1997, habla de un final de siglo en que ya no es necesario que grandes barcos naveguen hacia el Arenal. Fue el primer puente de Bilbao en disponer de “alfombra” para evitar los resbalones y caídas que el arquitecto Santiago Calatrava, creador del puente, no supo solucionar. Inaugurada el mismo año que el Guggenheim, también nos habla de este nuevo Bilbao que ansía mostrar una arquitectura con renombre internacional, “caiga quien caiga”. El Puente de La Salve (1972), el puente más alto de Bilbao, muestra el tamaño de los grandes buques que pasarían bajo él, aunque no por mucho tiempo, al reubicarse progresivamente la actividad portuaria en la costa. Su altura lo hace un lugar interesante para sacar fotos. Además, está dotado de ascensores (gratuitos). La Pasarela Pedro Arrupe (2004), tiene una curiosa forma “de libélula”, y al igual que con ZubiZuri, se ha decidido dotarla de una alfombra. Es otro lugar muy utilizado para tomar fotos, pues ofrece una gran panorámica del Guggenheim. El Puente de Deusto (1936) se inauguró poco después que el Puente del Ayuntamiento, y al igual que aquel, es de tipo levadizo, aunque ya no se levanten sus hojas. El Puente Euskalduna (1997) es un curioso puente en curva, con su zona peatonal cubierta, muy de agradecer en días lluviosos. Su nombre recuerda al desaparecido astillero Euskalduna. Tras este, ya no se son “Puentes del Ensanche”, pero si continuamos, tenemos el Puente Frank Gehry (que no “de Frank Gehry”). En los próximos años se construirán varios puentes más en esta nueva zona de expansión de Bilbao. Y aunque no esté en Bilbao, hay que mencionar el Puente Bizkaia, una joya industrial, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Iglesias en Bilbao
La Catedral de Bilbao, dedicada a Santiago, evolucionó desde una pequeña ermita, presente antes de fundarse la Villa, hasta el edificio actual (iniciado a finales del siglo XIV). La iglesia de San Antón (del XVI, con antecedentes en el XV), gracias a su ubicación estratégica, aparece en el escudo de Bilbao. En su interior hay restos de la antigua muralla. Las iglesia de San Nicolás (del XVIII, con antecedentes en el XV) nos indica que en el pasado su entorno estaba poblado por gente dedicada a actividad marítima y pesquera. La iglesia de los Santos Juanes (del XVII), fue inicialmente parte de un colegio de jesuitas. Tras la expulsión de estos en el siglo XVIII, se reubicó aquí la actividad de otra iglesia bilbaina, que estaba en ruinas. Cercana al Casco Viejo también está la Basílica de Begoña, la “amatxu” (madre) de Bilbao, en el barrio del mismo nombre.
Ver Bilbao desde lo alto
Bilbao es un “botxo” (agujero) rodeado de montes, por lo que una de las cosas que ver en Bilbao puede ser el propio Bilbao, desde la altura. La más turística es el monte Artxanda, subiendo gracias al centenario Funicular (o el autobús A7). Otras opciones destacadas son el Parque Etxebarria (situado sobre el Casco Viejo), el monte Kobetas (con su popular cervecera y un parque – autobús 58), y otra opción turística, y más exclusiva debido a su precio, es subir al mirador existente en la Torre Iberdrola (abierto fines de semana y festivos). La gente más activa puede subir andando a alguno de los montes que rodean Bilbao: el más popular es el Pagasarri (673m), pero también se puede subir al ya mencionado monte Artxanda (251m) en algo más de media hora.
Qué hacer en Bilbao en un día
Comer en Bilbao
Uno de los mayores atractivos de Bilbao (y del País Vasco) es nuestra cocina, por ello, una de las cosas que debes hacer aquí es disfrutar de nuestra gastronomía. Ir de pintxos es “obligatorio”. Son pequeñas raciones de comida, tradicionalmente servidas sobre una rebanada de pan, pero actualmente hay incluso pintxos líquidos, servidos en vaso. Desde el sencillo pintxo de tortilla hasta auténticas obras maestras de la gastronomía, la oferta es amplísima.
Comida típica de Bilbao
También debes probar algún plato típico vasco, o comida típica de Bilbao. No podemos mencionar todos, pero aquí van algunas ideas: Los txipirones en su tinta son el plato más curioso, pero que no te asuste el color negro de la salsa, están riquísimos. El bacalao lo preparamos de muchas maneras, las más populares son el bacalao al pil-pil, a la vizcaína y al club ranero. La merluza es otro pescado muy apreciado en nuestra tierra, preparamos en salsa verde sus lomos, rodajas o las exquisitas kokotxas (la parte más jugosa, en la merluza y el bacalao). Si prefieres carne, lo propio es pedir un buen chuletón: ¿te parece poco de medio kilo? pues pide uno de kilo, ¡que estás en Bilbao! También puedes probar el pisto a la bilbaina, la porrusalda (caldo de puerros y otras verduras), el marmitako de bonito (plato típico de pescadores), los pimientos rellenos, las alubias (de Gernika, por ejemplo)… ¡algo encontrarás que pueda gustarte! Con tanta comida, algo habrá que beber: el agua del grifo en Bilbao es estupenda, pero si pides “agua de Bilbao” te sacarán champán o cava. El txakoli (generalmente blanco, pero también tinto y rosado) es un vino elaborado desde hace siglos, pero es en las últimas décadas cuando ha alcanzado una gran calidad. El patxaran es también típico en el País Vasco, creado con anís y endrinas que hay en nuestros montes (incluso en los de Bilbao). ¿Y de postre? En Bilbao vamos bien servidos de dulces. La carolina es el más entrañable, creado por un pastelero para su hija. El bollo de mantequilla es una versión mejorada del bollo suizo, con un toque que solo le dan en Bilbao y alrededores. El pastel de arroz resulta algo confuso, pues ¡no suele llevar arroz! El pastel ruso, no debe confundirse con los que hagan en otros lugares, el auténtico es el de Bilbao (evidentemente) y si no, pruébalo y nos dices. Pero estos los encontrarás en pastelerías, en un restaurante mira si tienen goxua, cuajada o pastel vasco. Si por casualidad tuvieran intxaursaltsa, también, aunque es típica de invierno.
Disfrutar la cultura en Bilbao
La oferta cultural de nuestra Villa es muy amplia y de gran calidad, te nombramos los lugares destacados: En Bilbao hay una oferta de Museos bastante amplia, ¡no pases por nuestra ciudad sin visitar alguno! También existe un buen número de salas de exposiciones y galerías de arte. En la página de Bilbao Art District podrás encontrarlas todas ellas, o casi. Cabe destacar el centro artístico Bilbao Arte, con una amplia agenda de actividades. Para conocer más sobre la cultura vasca, además del Museo Vasco, puedes visitar, en el barrio de San Ignazio, la Euskararen Etxea (Casa del Euskera). Si te gusta el Teatro, las salas para el gran público son: Teatro Arriaga, Campos Elíseos y Euskalduna. En formato más pequeño y experimental, tenemos: Pabellón 6, La Fundición, Sala Kontainer y hACERIA Aretoa. Si lo tuyo es la Música, consulta la programación de Kafe Antzokia, Bilborock, Cotton Club, Azkena, Sala BBK, Santana 27… también los teatros suelen programar conciertos y musicales. Y además, festivales como BBK Live (en julio), BIME (en noviembre) y el Concurso de Pop-Rock Villa de Bilbao (entre septiembre y octubre), que a pesar de su nombre, ahora también incluye las modalidades Metal y Urban. Si te apasiona el Cine, además de las salas de cine habituales, Bilbao Arte suele programar cada mes un buen número de sesiones de cine de autor. Y los martes (de octubre a junio), el cineclub FAS proyecta películas en V.O.S.E. que acompaña con un posterior coloquio, a menudo con artistas de cine.
Hacerse fotos en Bilbao
¿Quién no suele hacerse unas cuantas fotos al visitar un nuevo lugar? Te damos algunas ideas: -Junto al Puente de San Antón, puedes imitar la imagen del escudo de Bilbao. -Cerca de allí, puedes fotografiarte con el antiguo horno de calcinación de las minas de hierro, en la Plaza Saralegi. -Grafitis y lugares “menos turísticos”, los encontrarás por Bilbao La Vieja, y en la Isla de Zorrotzaurre (aquí, además, con algunas ruinas industriales). -Para tener a Bilbao en panorámica, puedes subir al Parque Etxebarria (junto al Casco Viejo), o al monte Artxanda (el del funicular). -Si quieres una foto con el Guggenheim y la Ría de fondo, sube al puente de La Salve (hay ascensores en la orilla opuesta al museo). -Para una foto con tres graciosas meninas, en la calle Ercilla muy cerca de la Alhóndiga (Azkuna Zentroa) y de la Plaza Moyua. -En la propia Alhóndiga hay un montón de columnas de diferentes estilos y colores, muy fotografiadas. Seguro que irás con los ojos bien abiertos para localizar otros lugares que sean de tu gusto.
Ir de compras en Bilbao
En Bilbao, es ya un tópico reiterado que el Casco Viejo es “un gran centro comercial peatonal”, por sus numerosos comercios (y por trayectoria histórica). Si bien, no es menos cierto que en las últimas décadas, las cadenas internacionales y franquicias ocupan más lonjas. Os recomendamos descubrir las tiendas con auténtico carácter local. ¿Quieres llevar un “souvenir” de Bilbao? Algunos de los motivos en boga últimamente son la baldosa de Bilbao, el eguzkilore (una flor de la mitología vasca), el vaso txikitero… no todo es “made in China”, algunas tiendas de recuerdos también ofrecen artesanía vasca. Para comprar algo más local, puedes encontrar varias tiendas y talleres de artistas locales en Bilbao La Vieja, especialmente en la calle Dos de Mayo. Y el primer sábado de cada mes se celebra un animado mercadillo, con ambiente joven y festivo. La mañana de domingos y días festivos, en la Plaza Nueva podrás encontrar objetos de coleccionismo (monedas, sellos, fósiles, cromos…), libros de ocasión y otras cosillas. ¿Buscas libros de ocasión pero no estarás un domingo? En Carnicería Vieja tienes la librería Libu, que además dedica sus ingresos a fines solidarios. Y tenemos que volver a la gastronomía. Ya hemos mencionado varios dulces típicos de Bilbao, que pueden ser también una opción para llevar en el viaje de vuelta. Las pastelerías con mayor tradición son: Martina de Zuricalday (1830) y Arrese (1852), pero también son muy prestigiosas pastelerías como la Suiza, Urrestarazu y Don Manuel. El txakoli y el patxaran son otras dos opciones interesantes para llevar y compartir, así como el queso Idiazabal (el más prestigioso del País Vasco).
Rutas y visitas guiadas en Bilbao
Para conocer la historia y curiosidades de Bilbao, y no solo ver lugares y edificios que no te dicen gran cosa, lo mejor es participar en una visita guiada, con gente que realmente conoce la Villa y te facilitará descubrir sus aspectos más interesantes. Las visitas de Ezagutours se realizan con un número limitado de personas (máximo en torno a 10), para que puedas interactuar con quien te muestra la ciudad, no limitarte a escuchar dentro de un grupo enorme. También puedes recorrer Bilbao alquilando una bici (varias empresas y hoteles ofrecen ese servicio), en rutas en barco por la ría, en piragua para gente más activa, y en el típico autobús turístico, con precio alto y atractivo limitado. Existen visitas guiadas al interior de algunos edificios, como el Teatro Arriaga, el Palacio Euskalduna, el estadio de San Mamés, Azkuna Zentroa, el Ayuntamiento, el Palacio de la Diputación… incluso Metro Bilbao. Eso sí, los horarios son muy diversos, y a veces solo se hacen visitas para grupos. Será necesario planear la posible visita con cierta antelación.
Fiestas y eventos en Bilbao
Un buen motivo para visitar Bilbao puede ser acudir a alguna de las fiestas o eventos que se celebran a lo largo del año. La fiestas populares tienen su culmen en la Aste Nagusia (Semana Grande, de 9 días) en la segunda mitad de agosto, pero en otras fechas celebran fiestas muchos de los barrios. Y el 21 de diciembre, el tradicional mercado de Santo Tomás reúne a miles de personas. En cuanto a eventos, para dar una idea de la completa agenda, nombraremos algunos: científicos como Naukas (en septiembre) y la Zientzia Astea / Semana de la Ciencia (en noviembre), turísticos como la Basque Fest (en semana santa) que reúne en Bilbao una variedad de actividades típicas de la cultura vasca, gastronómicos como los diversos concursos de pintxos (de Bilbao y de los barrios), el día del Queso Idiazabal (en junio), de arquitectura como el Open House (en septiembre)… y mucho más.
Ir al monte
Una de las actividades más populares en el País Vasco es ir a la montaña. No importa lo alto que sea el monte, no se trata de una competición. Lo que importa es disfrutar el paseo. Ya mencionábamos antes Artxanda, Pagasarri… una opción intermedia, entre esfuerzo y lejanía del ajetreo urbano, es subir el monte Malmasín (360m) desde el barrio de La Peña. Y no muy lejos de allí, también se encuentra la pequeña ruta del río Bolintxu, situada en la ladera del Pagasarri. Puede también ser punto de inicio para subir a este monte, si queremos un trayecto menos transitado que las rutas habituales desde Larraskitu.
Salas de Escape en Bilbao
Si vas a visitar Bilbao con amigos o familiares, otra de las actividades cada vez más en boga es pasar un par de horas en alguna de las salas de escape existentes en la ciudad. Con diversas temáticas, son lugares que pondrán a prueba tu ingenio y capacidad para superar las pruebas que se os presenten, y resolver algún misterio.
Qué ver en Bilbao con niños
A todo lo ya mencionado sobre qué ver en Bilbao, faltaría añadirle una perspectiva infantil. Veamos algunos elementos que puedan ser de mayor interés para quienes deciden visitar Bilbao con niños.
Museos y otros edificios
Dependiendo de la edad e intereses de los niños, los museos pueden ser una buena opción: Museo Guggenheim, ItsasMuseum (Museo Marítimo), Museo de Bellas Artes, Museo Vasco, Museo Arqueológico, Museo de Reproducciones Artísticas… visitar museos con niños es facilitarles el aprecio por la cultura. Además, algunos de estos museos organizan actividades para niños y familias. El Museo Guggenheim e ItsasMuseum son quizás los más activos en este sentido. Por ello, recomendamos planear con tiempo tu visita a Bilbao con niños, consultando en la web de cada museo el programa de actividades para familias. Para las familias más futboleras: el Athletic Club Museoa, en el estadio de San Mamés. Otro lugar interesante para ver en Bilbao con niños es la Alhóndiga-Azkuna Zentroa. Su moderno interior ofrece numerosos elementos para el descubrimiento y la sorpresa: 43 columnas de diferentes estilos del mundo, el fondo acristalado de una piscina, las luces y sombras de su gran atrio, la mediateca infantil, la sala de exposiciones… Además, en días de lluvia, es un lugar apropiado para que los niños puedan jugar en el atrio, y abre todos los días del año.
Animales
Reales o figurados, en Bilbao podemos ver gran variedad de animales. Podemos incluso plantear encontrarlos como un juego, para despertar el interés de los más peques durante su visita a Bilbao. El más popular es Puppy, el gran perro cubierto de flores que hay en el exterior del Guggenheim, en la parte superior. Sin ir lejos, en la parte inferior podemos encontrar la gran araña “Maman” (mamá) que acogerá con cariño a quien quiera caminar entre sus patas, y posar para las fotos. Cerca del Palacio Euskalduna, pero al otro lado de la ría, en lo alto de un edificio se encuentra El Tigre. Ese era el apodo del empresario que mandó construir el edificio y, según la leyenda, rugía amenazante a la burguesía del Ensanche, que le despreciaba por su orígen humilde. Junto al Euskalduna tenemos el “Parque de los Patos” (Parque de doña Casilda), en cuyo estanque nadan patos, gansos y cisnes, y junto al cual viven también algunos pavos reales (que en días tranquilos escapan del recinto vallado para dar un paseo). Es el parque “de Bilbao de toda la vida”, escenario de numerosas memorias de quienes aquí hemos nacido y vivido. El león es también un animal que sentimos muy familiar en Bilbao. A quienes juegan a fútbol en el Athletic se les llama leones/leonas (el origen se debe a San Mamés, el joven de la leyenda que consiguió amansar a los leones que debían devorarle). Leones, presuntamente confundidos con perros, se encuentran también en una antigua fuente del Casco Viejo, en la calle del Perro (cuyo nombre se debe a dicha “equivocación”). Estos son los principales, se pueden encontrar más en edificios, escudos, plazas… quien quiera verlos, que vaya con la mirada atenta. Como decimos, puede ser un divertido juego para los más peques.
Parques infantiles en Bilbao
Bilbao cuenta con un número considerable de zonas de juego infantiles, con columpios para todas las edades. Algunas incluso están cubiertas y pueden utilizarse en días de lluvia. En el Casco Viejo: cerca de la Plaza Unamuno tenéis columpios muy cerca (c/ Iturribide), y en el Arenal (junto a los puentes del Arenal y del Ayuntamiento). En el Ensanche: de camino al Guggenheim (en la Plaza Pio Baroja), junto al Guggenheim (entre el museo y la Pasarela Pedro Arrupe), junto a la Alhóndiga-Azkuna Zentroa (en la Plaza Bizkaia), y si vais al Museo de Bellas Artes (frente a la entrada, en el Parque de Doña Casilda). Si os toca ver Bilbao con niños en un día de lluvia, la zona de columpios cubierta más cercana al Casco Viejo está en el Parque Etxebarria (junto al ascensor del metro, Casco Viejo). Algunas otras zonas cubiertas están en: Deusto (junto al Puente Euskalduna), Miribilla (en los Jardines de Gernika – autobuses 30 y 71), Jardines Garai (junto al ascensor de la línea 3 del metro, Txurdinaga).
Medios de transporte
A muchos niños les encantan los medios de transporte, además evitan que se cansen en una ajetreada jornada. En Bilbao el transporte público es cómodo y accesible, por lo que si tenéis bebés o niños muy pequeños, podréis apreciar este aspecto. El funicular será el menos habitual en la vida cotidiana de muchos peques, y quizás el que resulte más llamativo. Además, en Artxanda, podrán correr libremente y tener una panorámica increíble sobre Bilbao. El metro diseñado por Norman Foster es un lugar por donde ir con los ojos bien abiertos. Su diseño es muy amplio, para evitar la habitual sensación “claustrofóbica” de internarse en el subsuelo. Los accesos acristalados (“fosteritos”) permiten una transición del luminoso exterior, a la “cueva” subterránea. No lo uséis como mero medio de transporte, percibid lo que puede transmitiros su diseño. Las estaciones de Abando, La Concordia y Atxuri serán visita obligada para los apasionados de los trenes. La primera, además, tiene una enorme vidriera que merece la pena ver. Los autobuses y el tranvía, completan la red de transporte urbano. Como nota final a la sección Qué ver en Bilbao con niños, señalar que UNICEF ha reconocido a Bilbao dentro de su programa de Ciudades Amigas de la Infancia. Esperamos que quienes vais a visitar Bilbao con niños percibáis que nuestra Villa es merecedora de ese reconocimiento.
Qué hacer en Bilbao con niños
Conciertos, musicales y teatro para niños en Bilbao
Los grandes teatros y salas de conciertos (Euskalduna, Campos, Arriaga) tienen parte de su programación dedicada al público infantil. Destacamos la frecuente programación de musicales en el Teatro Campos, y en el Teatro Arriaga el programa ABAO Txiki, para la iniciación en la ópera y la música en general.
Actividades acuáticas en la ría de Bilbao
Las familias más activas y con hijos no tan pequeños tienen la opción de alquilar piraguas, paddle sup, step sup, incluso pequeñas embarcaciones, para pasar un rato divertido recorriendo Bilbao a través de su ría. Las menos activas, o con hijos más pequeños, pueden hacer la ruta en barco que parte junto a la plaza Pio Baroja.
Ampliar o iniciar una colección
Domingos por la mañana y días festivos (pero con menor concurrencia), en la Plaza Nueva se reúne la chavalería local para intercambiar cromos. También hay puestos con monedas, fósiles y minerales, que pueden ser aficiones muy instructivas. Si aún no coleccionáis nada: Bilbao puede ser el inicio de una gran colección.
Visitar el mercado de las flores
Para los peques siempre es atractivo poder mirar plantas y flores, con sus formas y colores variados. Además, está de camino hacia un pequeño parque con columpios. Los domingos por la mañana, en los antiguos tinglados portuarios del Arenal (calle Sendeja).
Actividades para niños en las fiestas de Bilbao
La Aste Nagusia (Semana Grande), en agosto, tiene una gran oferta para el público infantil. En el Parque de Doña Casilda, hay numerosas actividades y atracciones, gratuitas, como el peculiar y bilbaino Gargantúa (una gran figura humana que “engulle” a los niños, con tobogán en el interior). Y en el Parque Etxebarria se instalan las barracas, de pago. Otro lugar destacable es el Arenal, zona gestionada por las numerosas comparsas (Bilboko Konpartsak), las cuales, en paralelo a los concursos gastronómicos que realizan cada mañana, organizan también algunos talleres gastronómicos para peques (con frutas y verduras).
Qué ver en Bilbao y alrededores
Tras conocer lo más destacado de Bilbao, quien disponga de tiempo puede desplazarse para conocer otros municipios cercanos.
Donostia-San Sebastián y Vitoria-Gasteiz
Quienes viajen para conocer solamente capitales, de Bilbao pasaran a alguna de estas dos ciudades. Pero nosotros, sin embargo, os proponemos conocer algo más de Bizkaia.
El Puente Bizkaia y su entorno
Este puente transbordador (aunque le suelen llamar colgante) es una maravilla de la ingeniería, creado hace más de 125 años, y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fue el primer puente de este tipo en todo el mundo. Su gran altura se debe, como podréis intuir, a la necesidad de permitir el paso de grandes barcos ría adentro. La forma de cruzar de un lado al otro consiste en subir a su barquilla (a pie, o en un vehículo), aunque actualmente también es accesible la parte superior del puente, que además ofrece estupendas vistas de los alrededores. Está situado al comienzo de la ría, entre Portugalete y Las Arenas (Getxo), dos municipios costeros que permiten conocer mejor el llamado “Gran Bilbao”: Portugalete posee un pequeño casco histórico muy cercano al puente. La basílica de Santa María (gótica renacentista) y la reconstruida Torre de Salazar (levantada por uno de los linajes medievales más poderosos de la zona) están muy cerca. Getxo es un municipio bastante extenso, con diversos barrios, algunos de muy marcado carácter. En Las Arenas y Neguri se levantaron (siglos XIX – XX) numerosas residencias de la burguesía industrial. Más alejados del Puente Bizkaia se encuentran Algorta y su pintoresco Puerto Viejo. Todos los lugares mencionados están conectados con Bilbao por varias estaciones de metro.
Playas y acantilados
Desde Getxo hasta Plentzia, el metro permite acceder a numerosas playas (una de ellas muy cercana al Puente Bizkaia), y paseos junto a los acantilados de nuestra escarpada costa. Para no extendernos, mencionaremos solamente una opción: desde la estación de metro Bidezabal tenemos la playa a pocos minutos, pero también un paseo que se eleva sobre ella y se adentra hacia el mar formando acantilados. Con tiempo suficiente, dicho paseo se puede seguir hasta llegar a otras playas y municipios.
Gernika y su entorno
Gernika es probablemente el municipio más simbólico del País Vasco. Aquí se puede visitar, gratuitamente, la Casa de Juntas de Gernika, edificio del siglo XIX levantado en el lugar donde históricamente se reunían (simplificando un poco la historia) los representantes de los municipios del Señorío de Vizcaya. Las juntas tenían lugar junto a un roble, ancestro del que puede verse actualmente. Y también allí, el señor, o señora, de Vizcaya juraba respetar los Fueros (el ordenamiento jurídico propio y diferenciado del resto del reino). A finales del siglo XIV el titulo de Señor recaía en el Rey de Castilla, quien defendía dichas leyes propias de Bizkaia. Por eso, el árbol de Gernika simboliza por las “libertades” de los vizcaínos, y por extensión, también de los vascos. Pero, seguramente, Gernika es más conocida por otro acontecimiento histórico, el brutal bombardeo que sufrió la población en 1937, y que dejó el pueblo casi totalmente destruido. Posteriormente, el Gernika de Picasso, contribuyó a extender el conocimiento de lo ocurrido aquí. En recuerdo de aquellos descarnados hechos, en Gernika se creó el Museo de la Paz, y también se pueden visitar algunos refugios antiaéreos. Otro museo que puede visitarse en Gernika es el de Euskal Herria, que hace un buen repaso de diferentes aspectos relacionados con la historia del País Vasco, así como la cultura vasca. En el entorno de Gernika se pueden visitar los municipios y playas de Urdaibai (Reserva de la Biosfera), así como el Bosque Pintado de Oma.
Orduña y su entorno
Se trata del único municipio de Bizkaia que consiguió el título de Ciudad. Aunque pertenece a Bizkaia, está separada del resto de ella, rodeada por territorio alavés y burgalés. Fue un enclave de enorme importancia estratégica para el Señorío de Bizkaia, por aquí pasaba uno de los caminos que lo conectaban con la meseta castellana. Conserva algunos espacios y edificios de la ciudad medieval, pero quizás lo más impactante puede ser su entorno natural. Aquí nos encontramos con escarpadas montañas, de gran verticalidad, que no son otra cosa que el espectacular final de la Meseta Central. Es una interesante opción para quien desee realizar alguna ruta montañera (la del monte Txarlazo es cómoda y asequible). Se puede acceder desde Bilbao en tren de Cercanías (estación de Abando), pero si en coche tienes otra opción cercana, visitar el Salto del río Nervión (el más alto de la Península, 222m), que es espectacular en tiempo de grandes lluvias o deshielo.
Durango y su entorno
Es otro de los municipios con larga historia en Bizkaia. Al igual que Gernika, pero menos conocido, también fue bombardeado en 1937. Conserva el trazado de su casco histórico, así como un arco de la antigua muralla medieval (el de Santa Ana), y diversos edificios antiguos. También aquí tenemos opciones de naturaleza, en este caso destaca el Parque Natural de Urkiola, con preciosas montañas calizas, entre las que destaca el monte Anboto (1331m) rodeado de leyendas y mitología (era una de las moradas de Mari, una “diosa” muy relacionada con la Tierra y sus cuevas).
Fiestas de Bizkaia
Otra opción es visitar los lugares que vayan a celebrar alguna fiesta en las fechas de nuestra visita, con lo que al atractivo que pueda tener cada lugar, se le sumará el del ambiente festivo y las actividades que desarrollen. Para conocer las fechas de las fiestas, se puede consultar alguno de los listados disponibles en internet.
El Parque Natural del Gorbeia
Gorbeia (o Gorbea) es el punto más alto de Bizkaia (1482m), por lo que no podemos dejar de mencionarlo. El Parque Natural de Gorbeia se reparte entre Bizkaia y Álava, y contiene diversos espacios naturales de interés. La propia cima del Gorbeia es asequible para gente acostumbrada a la montaña, especialmente si se va a subir desde el parking de Pagomakurre, pero otras zonas como el Karst de Itxina requieren de mayor preparación. A su alrededor podemos visitar diversos pueblos que aún conservan parte de su esencial rural: Zeanuri, Artea, Areatza, Dima… siendo Orozko el más destacado, pues junto a sus diversos barrios y edificios, tiene un Museo Etnográfico que nos habla de la historia de esta zona.
San Juan de Gaztelugatxe
Quizás el lugar más bonito de nuestra costa, y seguro que ya has oído hablar de él, porque es a Bizkaia lo mismo que el Guggenheim a Bilbao, un señuelo. Este espacio natural era antaño escasamente visitado, y actualmente es necesario adquirir un tiquet (gratuito) para poder acceder, y evitar aglomeraciones que puedan afectar el entorno.
Qué hacer en Bilbao y Alrededores
Deportes en los alrededores de Bilbao
Visitar la cercana costa nos ofrece la oportunidad de practicar diversos deportes acuáticos como la navegación (alquilando un barco, con o sin patrón), el surf… y deportes aéreos como el parapente, por mencionar algunas posibilidades.
Rutas en Barco y observación de fauna marina
Otra opción muy atractiva en la costa es hacer una ruta en barco. Por ejemplo, desde Bermeo salen rutas para conocer diferentes lugares de la costa (Gaztelugatxe entre ellos). Y desde esa misma villa, y desde Santurtzi, hay rutas para salir al mar en busca de fauna marina: aves, delfines, calderones… y, con algo de suerte, incluso ballenas.
Visitar el interior de la tierra
Las cuevas nos remiten a otros tiempos, a la mitología… tenemos cuevas en el propio Bilbao, pero no son de acceso fácil. Por ello, es mejor visitar las de sus alrededores: La Cueva de Santimamiñe queda cerca de Gernika y fue poblada en la prehistoria. Tiene pinturas rupestres, pero se visita el vestíbulo de la cueva y las pinturas se ven en un recorrido virtual. La Cueva de Pozalagua, en Karrantza, es una enorme gruta llena de formaciones geológicas, destacando la enorme concentración de estalactitas excéntricas, con formas caprichosas. La Cueva de Baltzola está en Dima, y es de acceso libre, por lo que en este caso sería una opción más aventurera. El inicio de la cueva es amplio y se puede visitar sin mayor riesgo (con alguna linterna).
Festivales y eventos
También en los pueblos cercanos a Bilbao se celebran numerosos eventos, destacando: de música Getxo Jazz, Getxo Blues, Txapel Reggae en Armintza (los tres en julio), festival MAZ de Basauri (abril-mayo); de danza festival de folclore de Portugalete (julio, en torno a la danza); de cultura vasca en Durango (en diciembre); el agrícola Lunes Gernikés (todo el año, pero el último lunes de octubre es una gran fiesta)… También es muy concurrida, en Semana Santa, la Pasión Viviente de Balmaseda, y en esta misma villa, en mayo, se celebra un Mercado Medieval muy animado.
Qué ver en Bilbao y alrededores con niños
A los lugares ya citados de manera general, cabe añadir algunas propuestas que pueden resultar de interés para el público infantil:
Bosque Pintado de Oma y Cueva de Santimamiñe
Es un bosque en cuyos árboles el artista vasco Agustín Ibarrola pintó diversas figuras, reconocibles cuando nos situamos en puntos concretos del bosque. Está situado cerca de Gernika, pero es necesario coche para acercarse hasta allí, y después hay que caminar un buen rato hasta llegar al Bosque Pintado, por lo que quizás no es recomendable con niños muy pequeños. La Cueva de Santimamiñe, por su parte, queda mucho más cerca del parking, tan solo hay que subir unas escaleras que ascienden por el monte.
Lekeitio y su “isla mágica”
Lekeitio es un precioso pueblo costero que merece la pena visitar incluso sin niños, pero en este caso lo que queremos poner de relieve es el interesante acceso a la isla de Garraitz (San Nicolás). Durante la marea alta, está rodeada de agua, pero con marea baja es accesible, desde las dos playas de este municipio, a través de un malecón y de la arena. Sin duda, ir a visitar la isla con marea baja puede quedar grabado en la memoria de los peques. También hay un pequeño monte junto al puerto (Lumentza, 115m), que ofrece una espectacular vista del municipio y la costa.
El Jardín Botánico de Barakaldo
Situado en esta ciudad cercana a Bilbao, su jardín botánico tiene tamaño suficiente para pasar un rato tranquilo, paseando entre diversas especies vegetales y sacando bonitas fotos. Además, está situado cerca de “Megapark”, un parque comercial donde quien lo desee también puede encontrar algunas actividades de ocio para niños.
El Castillo de Butrón
Aunque ya no se puede visitar su interior, el edificio parece sacado de un cuento de hadas y pasear por su entorno puede ser una experiencia agradable para los niños. Está situado cerca de Mungia, por lo que si vamos a pasar en coche cerca de este pueblo, merece la pena acercarse a ver el castillo.
Urdaibai y su “Bird Center”
Ya mencionábamos antes la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, cerca de Gernika. Ahora destacamos uno de sus espacios, el “Bird Center”: un observatorio para conocer las aves que allí habitan o están de paso (es un espacio natural de gran importancia en la migración de diversas aves).
El Aquarium de Getxo
Su tamaño no puede compararse al de aquariums existentes en grandes ciudades, pero se trata de otro lugar al que podemos ir con niños cerca de Bilbao, si se planea estar algún tiempo en Getxo. Está situado en su Puerto Deportivo
El monte Serantes
Desde el municipio costero de Santurtzi (accesible en metro), las familias más deportistas pueden decantarse por subir a este monte de 451m, con espectaculares vistas sobre el “Gran Bilbao” y la costa. El trayecto es bastante fácil.
Qué hacer en Bilbao y Alrededores con niños
Centros de acogida de animales
No hay zoos en Bizkaia, pero tenemos lugares como Karpin Fauna (en Karrantza) y Basondo (cerca de Gernika y junto a la Cueva de Santimamiñe), refugios de fauna donde además de poder ver animales en semilibertad, realizan actividades formativas, y puedes conocer la labor que realizan acogiendo animales abandonados.
Ekoetxea Urdaibai
Es un centro para conocer la Biodiversidad del País Vasco, y del planeta en general, mediante exposiciones y una interesante agenda de actividades. Está situado en un edificio histórico, Torre Madariaga, con estupendas vistas al estuario de Urdaibai, en Busturia.
Conocer la vida de un pastor de ovejas
Para las familias que buscan una experiencia distinta de la habitual rutina en la ciudad, una interesante propuesta es la que ofrecen algunos caseríos-quesería, consistente en acompañar al pastor en sus quehaceres diarios, conocer el proceso de elaboración del queso, e incluso elaborar alguna cuajada o pequeña artesanía con lana. El lugar más conocido para este tipo de actividad es el caserío Alluitz Natura, en Abadiño.